Morena endurece su política de austeridad, pero viajes de lujo desatan polémica
En mayo de 2025, durante su más reciente Consejo Nacional, Morena reafirmó y endureció sus estatutos de austeridad y principios éticos, destacando la necesidad de evitar cualquier signo de lujo u ostentación por parte de su militancia y sus funcionarios públicos. Sin embargo, a poco más de dos meses, los lineamientos parecen ignorados por algunos de sus integrantes, generando controversia nacional.
Los nuevos estatutos de Morena, aprobados en mayo, establecen con claridad que ningún integrante del partido debe promover el consumismo ni exhibir signos de riqueza: joyería, ropa de marca, autos de lujo, propiedades costosas, turismo internacional o cenas en restaurantes exclusivos. La parafernalia del poder pertenece al pasado de corrupción y privilegios. Morena es humildad, señalan de forma tajante.
Además, se prohíbe utilizar recursos públicos para viajes personales, transportarse en primera clase o aeronaves privadas, y emplear escoltas o seguridad privada, salvo en casos justificados.
La presidenta del partido, Claudia Sheinbaum Pardo, envió una carta a la militancia recordando el origen del movimiento: el rechazo al derroche de los partidos del pasado. En conferencias recientes, Sheinbaum ha reiterado que el poder debe ejercerse con humildad, afirmando:
Mucho de nuestro pensamiento tiene que ver con el pensamiento juarista: no puede haber Gobierno rico con pueblo pobre.
Insistió en que quienes forman parte del movimiento deben comportarse de acuerdo con los valores de Morena y ser coherentes entre su discurso y su actuar.
A pesar de estas directrices, en las últimas semanas varios funcionarios públicos de Morena han sido exhibidos en vacaciones de lujo, lo que ha provocado indignación y cuestionamientos públicos.
Entre los señalados se encuentran:
Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente y actual secretario de Organización de Morena, fue fotografiado en un exclusivo hotel de Tokio, Japón, acompañado por Daniel Asaf, exdirector de Ayudantía de AMLO.
Enrique Vázquez, diputado federal de Morena, fue captado bailando en uno de los clubes nocturnos más exclusivos de Ibiza, España.
Ricardo Monreal, coordinador de la bancada en San Lázaro, fue criticado por vacacionar en Madrid. Aunque explicó que fue por su aniversario, el viaje no pasó desapercibido.
Mario Delgado, titular de la Secretaría de Educación Pública y exdirigente de Morena, fue captado desayunando en un lujoso hotel en Lisboa, Portugal.
Las imágenes generaron una fuerte crítica en redes sociales y medios de comunicación. Incluso el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, acusó que detrás de las críticas hay pura hipocresía, racismo y clasismo. Sin embargo, otros sectores dentro del propio partido exigen congruencia con los principios de la 4T.
El gobernador de Sonora y presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo, fue claro al declarar:
Nuestra ética no ha sido un accesorio, ha sido siempre la columna vertebral del movimiento. Morena nació como respuesta al hartazgo social contra la corrupción y los privilegios del prianato.
El debate actual pone a Morena en un momento crucial. Mientras su dirigencia y estatutos claman por austeridad republicana y ética pública, algunos de sus funcionarios parecen reproducir los vicios que tanto criticaron en el pasado. La exigencia ciudadana no solo apunta a la legalidad, sino también a la coherencia moral y política.
En palabras de Sheinbaum:
No podemos olvidar de dónde venimos. Si lo hacemos, olvidaremos a dónde vamos.