En medio de las tensiones crecientes en la región, Estados Unidos ha negado rotundamente su participación en el reciente ataque aéreo contra el edificio del consulado de Irán en Siria. Las autoridades estadounidenses, refutando las acusaciones de Teherán que señalan a Israel como responsable, han afirmado que no solo no estuvieron involucradas en el ataque, sino que tampoco fueron informadas de antemano.

El incidente, que tuvo lugar en Damasco y resultó en la trágica pérdida de más de una docena de vidas, incluyendo altos mandos de la Guardia Revolucionaria iraní, ha generado una escalada de tensiones en la región. Mientras tanto, Israel ha optado por guardar silencio ante las acusaciones.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, enfatizó la posición de Estados Unidos: 'No tuvimos nada que ver con el ataque en Damasco, no estuvimos involucrados de ninguna manera'. En un momento en el que la estabilidad en la región es frágil, estas declaraciones buscan desvincular a Estados Unidos de un incidente que amenaza con aumentar aún más las tensiones en Oriente Medio.