Los intrigantes secretos del pasado marciano podrían esconderse en el antiguo lago del cráter Jezero, según revela un estudio liderado por científicos de las universidades de California (UCLA) y Oslo (Noruega) y publicado en la revista Science Advances. El rover Perseverance de la NASA ha estado meticulosamente recolectando muestras de sedimentos lacustres, depositados en el suelo del cráter en algún momento cuando estuvo lleno de agua.

Los hallazgos muestran un fascinante relato geológico: primero, el cráter se inundó, acumulando capas de sedimentos que se revelan como una posible cápsula del tiempo marciana. Posteriormente, el lago se redujo, dando paso a la formación de un impresionante delta alimentado por un río. A medida que el tiempo avanzaba y el lago desaparecía, los sedimentos del cráter se erosionaron, esculpiendo los rasgos geológicos que ahora adornan la superficie de Marte.

El radar del Perseverance ha proporcionado datos cruciales, indicando que estos procesos de deposición y erosión en el cráter Jezero se desarrollaron a lo largo de varios eones de cambios ambientales. Esta revelación confirma observaciones previas realizadas desde el espacio, consolidando la teoría de que, si alguna vez existió vida en Marte, las respuestas podrían yacer entre los estratos de este intrigante cráter marciano.